sábado, 17 de mayo de 2014

OLVIDO


¿Quién puede olvidar?
No hay olvido ni
magia que lleve
este amor lejos,
no hay suspiro ni
aliento que mate
lo que creó el tiempo.

Disfraz de flor,
de pétalo maldito,
de besos que lloran.
Huracán de palabras
que no se las lleva el
viento, siguen en
derredor, recordando
tu destino.

Fuego abrasador,
enigma de caprichos,
dedos vacíos de
dolor y llenos
de lo que estaba
escrito.

Ruge el alma
en este desdichado
paraíso, brama por
lo que es suyo,
por cada nota que
no dijo.
 
 
El olvido está muy vigente en la sociedad actual relacionado con determinadas enfermedades. Esa falta de memoria añade también un cese del cariño que antes se tenía. Escribir es querer recordar, es querer luchar contra el tiempo... Olvidar es ser vencido en esa lucha. Por eso debemos solidarizarnos con esta evidencia y ponernos en el lugar de las personas que padecen este mal y aquellas que se entregan en su cuidado.

domingo, 11 de mayo de 2014

A MI ABUELITA JOSEFINA

Una dura vida llena de piedras en el camino. La tierra era la que alimentaba a la familia, a mi padre y sus tres hermanos. Mi abuelito la trabajaba de sol a sol y ella le ayudaba. Pero no llegaba la saldada. La pobreza campaba a sus anchas. Sin embargo, a pesar de todo, eran felices a su manera, a la manera de antaño. Mi abuelita perdió joven a mi amado Jesús, "Peralta", y a su hijo más pequeño, mi tío José Antonio. Fue un golpe letal. Ella nos quería tanto, con ese amor incondicional que sientes que te toca el alma. Todas las noches miro al cielo y veo su estrellita que me guía y acompaña en mi camino. Falleció a punto de cumplir los 95 años.


Pobrecico pajarillo que
poco a poco se fue apagando,
luz que iluminaba el día
te marchaste de mi lado.

 Tan grande era el amor
que nos teníamos que
cuando me hallé
 enferma tú sufrías conmigo
y cada día ponías
una vela a tu
Virgen del Castillo.

Llorabas tanto por mí
y pedías que tú ya
habías vivido, que a
mí Dios me curara
entre súplicas y gemidos.

Y en el camino tuve
una premonición, fui
corriendo a abrazarte
y juntas lloramos las dos.

La semana siguiente
ya no estabas conmigo,
mi ángel de la guarda
 en el cielo, pidió
a Dios, mirándole a
los ojos, que me cuidara
con esmero y con ahínco.

Abuelita, te quiero y te querré siempre con un amor infinito.

lunes, 5 de mayo de 2014

FULGOR ETERNO


Amor de noches
olvidadas, lenta y
profunda entrega donde
yo fui más yo, y
eternamente toqué
tu alma.

Sentir de caricias
del pasado, todavía
huellas surcadas
en mi cuerpo, belleza
de deseos adorados,
profundo espejo donde
mirarnos.

Noches de fulgor
entrelazado, corriendo
libre por cada
rincón, que todavía
guarda lo que es nuestro,
lo que nunca en
la vida se perdió.

Buscaré entre
los albores del tiempo
para hallar ese
fuego dulce, y arder
en él, tanto como
en su día supe, tanto
como mañana
no tendré.



Fotografía: Nenúfar de uno de lo pequeños estanques que contiene el Señorío de Bértiz, antigua finca privada que se halla en Oronoz-Mugaire, comienzo del precioso Valle del Baztan en la montaña navarra. Parque natural de gran belleza con presencia de fauna forestal asociada a frondosos bosques donde predomina el haya. El jardín es, quizá, el mayor tesoro junto con el palacio.