sábado, 21 de febrero de 2015

UNA GAVIOTA

 
 
Anoche soñé que una gaviota
se posaba en mi ventana.
Era de luz, era perlada
y en su patita llevaba
un lazo de raso y malva.
 
Anoche soñé que abría la ventana
y acariciando esa piel de nácar
presta cogía la carta
y pegándola a mi seno
leí lo que en ella se expresaba.
 
"Amada mía, búscame al alba,
a la orilla del río,
donde los chopos miran al cielo
y claman por esta hora clara.
Amada mía, pregunta al relente de la mañana,
donde el dulzor inunda la mirada,
y yo gritaré que te quiero,
que siempre retornaré a esta morada".
 
Anoche soñé que de nuevo
volvía la gaviota a mi ventana,
y desde lo más profundo sentí
que era verdad lo que soñaba.
 
 
Desde tiempos remotos los sueños han sido valorados como una forma de contacto con la divinidad, la que primaba en cada momento de la historia y en cada pueblo. Llevan vinculado a ellos un mundo misterioso y fascinante donde no cabe la realidad. Soñar es abrir una puerta de la mente. Todas las esperanzas, ambiciones, deseos, miedos, amigos,..., residen allí y constituyen una forma de vida que se halla más allá de la lógica.
 
 


lunes, 16 de febrero de 2015

HOGAR

 
 
Olvidada entre sombríos bosques,
desterrada de toda pasión,
gélido miedo que cala los huesos,
inmenso ahogo de dolor.
 
Una luz en la lejanía,
¿de dónde proviene esa luz?,
busco desesperada su procedencia,
corro entre fantasmas de cartón.
 
Manos que me tienden su brío,
que desaparecen cuando presagian mi color,
brújula perdida en sueños,
hambre impacientada de calor.
 
Me vuelvo, alguien me llama,
ven, la luz soy yo,
me precipito como una niña
y me reencuentro con el cerezo en flor.
 
Dulce hogar de leña,
dulce escena de candor,
abrigo de mis entrañas,
abrigo que esfuma mi dolor.
 
 
Fotografía: Mi hogar: mi familia. Fue el 92 cumpleaños de mi abuelo. Estábamos todos de veraneo. Siempre nos juntamos allí en Santoña y disfrutamos de cada día de estío. Pero este momento era especial. Rodeada de mi gente, de los que tanto me quieren y a los que tanto quiero siempre me siento protegida, como una niña chica que necesita que la mimen. Así soy yo. Es un bonito recuerdo que se repite cada año.

martes, 10 de febrero de 2015

NÁCAR



 
Rosario de perlas preciosas
¿cómo apareciste en mi vida?
una flecha se clavó gloriosa
y me impulsó hacia esa dicha.
 
Sonrisa del mediodía,
alma pura de nácar,
mano aferrada a la mía,
mi color en la mañana.
 
 Tú me hiciste un regalo,
me diste la vida misma
y yo te estaba esperando
con el alma encogida.
 
Mi Anica, dulce flor de cristal
que inunda cada momento,
que llena cada costal,
que alza la savia entera
con instantes de verdad.
 
Mi niña, mi sueño de caramelo,
mi dócil animalillo de paz,
la fantasía de mis tesoros,
mi anhelo que sabe a sal.
 
 
Quiero dedicar este poema especialmente para Ana Fernández, mi Anica, que desde el primer día me recibió con los brazos abiertos y se entregó por entero. Su corazón es limpio y puro y me demostró un cariño sin reservas. Anica, yo soy tu Pipi y lo seguiré siendo porque esa entrega incondicional merece una respuesta a la altura. Gracias por estar siempre ahí, por alegrarme los días y darme ese calor que recibo con anhelo. Tus dedicatorias son un bálsamo para mí y tu ingenuidad, un presente adorable. GRACIAS POR SER TÚ. Creo que somos almas gemelas... Un beso, con amor...