martes, 6 de octubre de 2015

A MARÍA

 
 
Alegría de vivir,
impulso de una mente abierta
que con sudor y trabajo
de lo bello se alimenta.
 
¡María, Oh María!
ardor en cada melodía,
afán y ahínco en cada
palabra dicha,
vigor y sacrificio,
amor en cada día.
 
Predilección por dar pasión
a todo lo que tus dedos tocan,
apego, afecto, ternura
de una colosa que brilla
en cada nota,
reflejos de osadía
que sobresale dichosa.
 
¡María, Oh mi María!
toqué tu alma y destellos
brotaron en mi vida,
me aferré a ti con toda mi fuerza
naciendo una nueva dicha
que hizo de mí la más valiente
 al sentir bravo tu intrépido arrojo
y convertirlo en parte mía.
 
Sigue camino adelante,
nunca te pares, mi niña,
y será lo más bonito
adentrarnos en tus canciones
 y en ese afán de tu alegría.


 
 
 
Ataxia de Fiedreich. Una enfermedad degenerativa que no tiene cura actualmente. Padecimiento que afecta fundamentalmente a niños y jóvenes, acortando su vida. Esta degeneración provoca descoordinación en los movimientos, escoliosis, disfagia, disartria, y en muchos casos diabetes y problemas cardíacos graves. La capacidad intelectual sin embargo permanece intacta. Los afectados por esta perturbación, en un tiempo más o menos corto, se ven obligados a utilizar silla de ruedas y a depender de los cuidados de sus familiares o de terceras personas.
María, sabes que te quiero con toda mi fuerza y mi alma.