miércoles, 30 de marzo de 2016

UN ATARDECER EN PARÍS

 
Fue un atardecer en París.
Desde la cumbre de Montmartre
los candiles de las buhardillas
narraban leyendas de amantes.
La vida bohemia del can-can...

en Moulin Rouge
encendió mi retrato
de la Place du Tertre
mientras soñábamos
con los pintores.
Flotamos entre los nenúfares
del Jardin de Luxemburg
junto al teatro de guiñol
y un tiovivo.
Las notas perdidas
de la Vie en Rose
recorrían la terraza
del Café de la Paix,
abullonado de artistas,
escritores, músicos...
Le Quartier Latin
recogía a los estudiantes
de aquel Mayo del 68
concentrado de cines de arte
y ensayo, pequeñas salas
de música en vivo
y librerías.
Y como una serpiente, el Sena
bajo los pintorescos bateaux
y nosotros, sobre le Pont Neuf,
el puente más antiguo de París,
peleamos por saber quien reconocía
la Tour Eiffel, el Museo del Louvre,
la Dèfense o Notre Dame
mientras las cenizas
de Juana de Arco
se perdían en el río.
Les boulevardes guardaban
el espíritu de ocio y frivolidad.
Teatros de bulevar
un atardecer en París.

domingo, 20 de marzo de 2016

OTROS LARES

 
Tus dedos ahondan
en la esencia de mi yo
camuflando las dunas
de antiguos gozos.
 
Cautivas un mundo
sin fin
donde noches
de rojo satén
inventan surcos
grabados a fuego
en la piel.
 
Entrañas resplandecen
de destellos nuevos
con aires venidos
de otros lares,
con juegos inventados
en el momento del haber.
 
Alardes de osados templos,
acordes sagrados
en el vaivén del tiempo.
Soy, más que nunca.
Y nunca será siempre
toda vez que enardeces
la piedad de estos muros
que jamás duermen.
 

martes, 15 de marzo de 2016

NOCHE OLVIDADA

 
Hielo ardiente en las hojas
mientras sisea la niebla.
Secreta noche perenne
capricho del destino.
 
Un halo entre tinieblas.
¡No quiero oírlo!
Sello mis oídos
pero una voz silente
se obstina en su cometido.
 
Migajas palpan mi cuerpo,
preludio de calor de hogar,
la caridad me mira de frente,
muerte y vida
que conmigo adivino.
 
¡Corro, desdeño mi pretérito!
La gloria me aguarda
tras el gélido invierno
para acunar lo más honesto,
lo que logré arrebatarle
al exterminio.
 
Flores me amparan
en un jardín recién nacido,
conchas de piedra
de la fuente del olvido
que escucho susurrar
mientras me pierdo
tras el abismo.