lunes, 24 de octubre de 2016

MI NOMBRE

 
¿Qué furor es el tuyo
que en la lumbre del sol
sus alas quema?
 
Tierra que brama tu navío
¡oh dulce compañero!
donde muerto queda tu amor
en tu sangriento pecho.
 
Por los desiertos
de este campo mudo
yo quisiera librar
ese pecho herido
con mi seno agonizando.
 
Son victorias
del crudo amor furioso.
La dura flecha del cazador
dejó sin vida
la hermosura
de tu gloria y valor.
 
Las ardientes espadas desnudaron
tu palabra santa
que dice a nuestra fe,
desalentadora y yerta,
¡amor, despierta!
 
Ver que eres amada
del que allí escribió tu nombre
en la corriente de este valle ansiado.
Porque el amor sabe que me hirió
siento por ti dolores
por los desiertos de este campo mudo.
 
Que bien sé por mi dolor
que a quien no tema el amor
ningún peligro le espanta.
 
 
 
 
 
 
 

miércoles, 5 de octubre de 2016

OTOÑO

 
Un jardín donde las plantas
enmudecen a nuestro paso;
sólo hay que aprender
a escuchar su silencio.
La historia del balón
de un niño;
las huellas clavadas
del hombre viejo;
las hojas que zigzaguean
alrededor;
el otoño con sus juegos
de luz y color
que cincelan
un grabado insuperable.
 
El secreto de la tierra;
sólo hay que aprender
a escucharla.
La mirada reflexiva
de la madre;
la ilusión caprichosa
de un pintor;
el misterio anónimo
de la vida;
la perfecta armonía
de la verdad
como un manto de savia fresca
que rocía cada escondite.
 
El homenaje que acaricia
al caminar:
sólo hay que aprender
a escucharlo.