lunes, 17 de abril de 2017

MIRANDA DE ARGA

 
 
Se le vio entre cirros rojos,
valiente labrador
a la yegua encumbrado,
mientras la Virgen del Castillo
pintaba la alborada
con los tonos
del blasón dorado.
 
Aurora en La Torre del Reloj,
obra de arte mudéjar,
mirador de las flamantes huertas,
y a lo lejos, un hatillo
y unos viejos y roñosos avíos.
Patria adelante, lomo encorvado,
cuna de caminos.
 
Estirpe de nobles abolengos,
 torreón de medieval fortaleza,
tez curtida a fuego lento,
hambre y sueño atrasados,
escudo de campo rojo
con un castillo de oro
sujeto por dos leones
de linaje y redenciones.
 
Mi idolatría llorada,
leyenda de generosidad,
de entrega y sacrificio,
de amor a su pueblo,
a su mujer y a sus hijos.
 
Quiero dedicar este poema a mis abuelitos, Josefina y Peralta.

miércoles, 12 de abril de 2017

LOS ALBORES DEL TIEMPO

 
Aún existen instantes
en los que sueño contigo
y siento que la quimera
todavía se torna posible.
 
Retumba de pronto
el fulgor del despertar,
la bujía que me electriza,
la llama ardorosa,
el fogoso segundo
en que nos entregamos
para siempre.
 
La noche clama al cielo
y en esa luna rosa
nos miramos a los ojos,
en el único lugar
donde me siento viva.
 
Que el tiempo no se detenga,
que cada día sea el último
de mi vida a tu lado.
Que me hospede en tu pecho
y more toda la eternidad.


lunes, 3 de abril de 2017

MI CAMINO

 
Por primera vez
en toda mi vida
echo a volar
las mejillas al viento
para decorar el rojo
de mis días.
 
La bruma mágica
que reinventa mi destello
vela una caricia interminable
cuando el sol batalla
por su brotar.
 
Es en ese nuevo universo
donde tu piel y mi piel
se imaginan,
donde el roce
de tu cuerpo
desnuda nuestra historia.
 
Sensual instante regalado
al compás de
antiguos amores.
Leyendas que se repiten
en la fragancia
del tiempo
nunca olvidado.
 
Corazones que laten,
que tiemblan como
las mariposas
en las flores.
Es la savia de la vida,
el canto de los pájaros,
nuestro camino encontrado.
 
 
Fotografías: Santoña (Cantabria). La primera es el contraste de unas flores frente al mar esmeralda, subiendo al monte Buciero; y la segunda el comienzo del puerto.