lunes, 15 de abril de 2013

ARIEL ME DIO UNA CONCHA

 
 
Cuando te vi, jugabas con ella,
no sé de dónde la habías cogido,
sólo supe que era algo
que lo quería conmigo.
 
Rosada en los bordes
hoy la he encontrado en mi bolsillo,
bendita concha que me has recordado
a mi niño más querido.
 
 
Ariel es el hijo de mi hermano y mi ahijado. Desde que nació, llegó a mí un amor que desconocía, una ternura que era más grande que todo lo que había podido alcanzar a soñar, una bendición del cielo. Y cada día que pasa, y que lo voy viendo vivir, crecer, reír, llorar,..., siento que lo amo con toda la fuerza de mi corazón. Y así será siempre.