miércoles, 10 de diciembre de 2014

MI NIÑO



¡Ay de mi niño guapo!
¡Ay de mi niño!
Con sus rizos de oro,
con su piel de nácar.
Seda de mi ser,
alma de mis entrañas,
colmas cada roce,
llenas cada mirada.

¡Ay de mi niño guapo!
¡Ay de mi niño!
Con su suave aliento,
con su olor a mama.
Sangre de mis venas,
rostro de mi alba,
pétalo de rosa
colgado en mi morada.

¡Ay de mi niño guapo!
¡Ay de mi niño!
Con su blancura inmaculada,
con su dulzura perlada.
Orgullo de ternura,
caricia dulce en mi cara,
entrega de deseo,
color de mi mañana.

¡Ay de mi niño guapo!
¡Ay de mi niño!
Mamá te arrulla con calma,
que suene en paz tu alma.

Vi un cuadro que me llamó poderosamente la atención. Me pareció tan hermoso que algo me hizo volver a él, y contemplándolo durante un rato, me fue inspirando un poema. Las palabras fueron brotando con fuerza.
El lienzo es de la pintora Bona Balda, que tiene en su haber numerosas obras de arte dignas del mejor artista. Este ejemplo lo dice. Ella lleva pintando varios años por afición, hizo una exposición colectiva y le gustan mucho los motivos de otras culturas. También había junto a ésta, otra pintura similar de una mamá negrita con su niño, de una belleza deslumbrante. Su tendencia es de corte realista, como se ve aquí, aunque también ha jugado con algunos abstractos.
Gracias Bona por haberme cedido esta hermosura y por haberla creado, ya que sin ella este poema no existiría. Un beso, de corazón.