martes, 15 de marzo de 2016

NOCHE OLVIDADA

 
Hielo ardiente en las hojas
mientras sisea la niebla.
Secreta noche perenne
capricho del destino.
 
Un halo entre tinieblas.
¡No quiero oírlo!
Sello mis oídos
pero una voz silente
se obstina en su cometido.
 
Migajas palpan mi cuerpo,
preludio de calor de hogar,
la caridad me mira de frente,
muerte y vida
que conmigo adivino.
 
¡Corro, desdeño mi pretérito!
La gloria me aguarda
tras el gélido invierno
para acunar lo más honesto,
lo que logré arrebatarle
al exterminio.
 
Flores me amparan
en un jardín recién nacido,
conchas de piedra
de la fuente del olvido
que escucho susurrar
mientras me pierdo
tras el abismo.