martes, 15 de noviembre de 2016

TU FLOR

 
Mientras tu nombre
se dilata
en hondos mares
que embravecen,
la lluvia baña el techo
donde el alma
espera guarecida.
 
Entonces sentiré
cómo el divino poder
enclavó el cemento
de dos blancas sienes
que transportan
ternura
imperio
devoción.
 
¡Ay, amor!
Cada pliegue
de este fuego eterno
hoy se viste de raso
en la hora bruja
donde ramos de espuma
ciñen la hermosa
fuente de tu flor.