jueves, 19 de diciembre de 2013

STEFANIA



Mi niña de ojos de
gata, sinceros, entregados a la vida.
Dos luceros que deslumbran,
que se adentran con una sola
mirada. Reflejo dorado
en su pelo y en su dicha,
cuadro eterno de un artista.

Me tocaste el corazón y
ahí me quedé encerrada.
Me gustaría protegerte hasta
en lo más profundo
del alma.

 Niña que te convertiste en mujer,
tu fuerza será tu mayor
aliada. Tú sola aprenderás
a sentir que no hay nada
más sublime que el amor
de la familia, ni
más noble, ni más honrado
que amarlos con delicia.

Hermoso nombre para
una hermosa hada que
del bosque apareció
para hacernos más felices
y dar rienda suelta
a su lindo corazón
cada vez que entre sus brazos
 nos hechice.

Preciosa mía, deseo para ti una vida llena de magia, que es la que tú nos has entregado desinteresadamente y sin darte cuenta. Cuando llegaste, llegó nuestra alegría y con ella el amor que te teníamos guardado. Nunca olvides que te queremos con toda nuestra alma y que eres la más maravillosa de la personas cada vez que esa bella sonrisa aparece. Ama a tus padres por encima de todas las cosas porque ellos lo han dado todo por ti y hazles sentirse orgullosos de lo que tú, con amor, guardas para ellos.
Un beso, mi vida, mi niña. Doy gracias al cielo de que me tocaras con tu mágica varita.