viernes, 28 de junio de 2013

"NO TE PONGAS ESTUPENDO"

Una tarde, en Pontevedra, perdida entre callejuelas, me encontré en una plazoleta con la escultura de Valle-Inclán. Y sólo me salió abrazarla. Era algo mágico, como "mágico" me imagino que sería lo que pensarían los que pasaban por allí. ¡Pero qué más me daba! Mi Max Estrella, mi esperpento, "las barbas de chivo" de Rubén Darío, estaba allí y era sólo para mí.
El título del poema hace referencia a una frase que se repite frecuentemente en su insigne obra "Luces de Bohemia". Don Ramón María del Valle-Inclán fue un dramaturgo, poeta y novelista español que escribió entre la época de las dos Generaciones, la del 98 y la del 27, socializó en tertulias y cafés, y destacó por vivir y expresarse con un carácter muy peculiar.




Meigas gallegas mezclad vuestra pócima,
que aparezca una roída capa,
unas lentes con barbas
y un ceceo ingenioso.
Y del sombrero se descubrió
la vida bohemia del Madrid más borroso.

Me acerqué,
¿dónde quedaron los buenos modales?
Le perdoné.
Era mi Max Estrella
 de Luces de Bohemia,
nómada esperpento
de la trágica España,
lado cómico
de lo que no tenía nada de gracia.

Marionetas de feria,
oprimidos de la vida,
alguien os quería cuidar
pero no encontraba más que su osadía.

Escenario donde la bondad habla
aunque sea de forma extraña,
grotesca pero fraterna
buscando la dignidad
en cada palabra vociferada.

Valle-Inclán de mis amores
¡cómo te abrazaría!
aunque seguro que más de un grito
por lo que fuera me llevaría.