lunes, 20 de junio de 2016

SILENCIO ROTO


 ¿Será verdad
que el resplandor
de tus ojos
aprisiona los míos

en candente ternura?
 
No es ciego, amor.
Es verdad que cuando
tocas mi sueño
con tus dedos
ni la aurora sabe
hacerlos soñar como tú.
 
El trueno despierta
en bronco estampido,
el silencio brama
como impetuosa lumbre
mientras la codicia de tus manos
rasga mi hoguera
y la luz salta en un manto de risas.
 
¿Por qué tiembla la tierra?
¿Por qué tienes la llave
de mi olvido?
¿Por qué no hay contento
que lo iguale?
¿Por qué no se apiada
de pecados infernales?
 
Mas traspasa el umbral
como si fueran puñales,
galán de cabellos de oro
oigo cantar tus quejares,
la edad gloriosa,
hojas en los altares,
rabia despierta Señor
la mar brava,
el hondo latir,
los credos inmortales.
 
Sueña, sueña niña.
Abre las puertas de hierros
que la soberbia defiende.