miércoles, 2 de julio de 2014

DETENME




Ámame en las noches
en tinieblas, cuando la
suave luz del amanecer
roce apenas nuestros
cuerpos desnudos.

Búscame entre los
árboles, escondida
como un cachorrillo,
esperando mimosa tus
besos y el calor de
tus abrazos.

No me dejes nunca
marchar, detenme en
mi lejanía, cierra las
puertas del mar y
quedémonos para siempre
en esta vida.

En esta orilla del
cielo, que inventamos
tú y yo, para no
perdernos en tu dolor
y el mío, en lo que sería
un mundo sin sentido.

Quiero dedicar este poema a mi amiga Rebeca Pueyo Urroz, navarrica de las que lleva su tierra en el corazón, ya que habitualmente vive en Cádiz. Todo el año añora cada palmo de su pueblo, cada rincón, cada momento vivido en esta bellísima ciudad como es Pamplona. Pero conforme se van acercando los Sanfermines, momento del año que añora con especial querencia, y todo empieza a dar vuelta y a bullir, ese querer es todavía más profundo. Tampoco quiero olvidarme del mes septiembre en que su padre falleció y es aquí donde esta enterrado. Va por ti, tocaya.