viernes, 18 de octubre de 2013

ALBA OTOÑAL


Amaneceres de otoño,
luz dorada que va
cubriendo el firmamento,
sin permiso, con audacia.

Color fuego, que arde
en lo profundo del
cielo para mostrarnos
la alborada.

Profundo espejo en el
que mirarnos para contemplar
la belleza de la vida,
que nos muestra su
mejor estampa.

Cuadro infinito de
juegos rojos y
grana, donde nuestros
sueños se esconden,
y nuestro corazón lo alaba.

Mar de nubes desperdigadas,
roto manto en mil
pedazos, cada cual más
bello, más eterno en
su cometido y en la
mañana.
 
 
 
La aurora despierta con sus eternos juegos de luces. En otoño esas tonalidades son más intensas y te hacen vibrar con tan insuperable visión. Dejarte llevar por ese instante, sin pensar, implica experimentar una sensación realmente hermosa.
La fotografías están hechas al despuntar el día.