lunes, 2 de marzo de 2015

VIENTOS DE LIBERTAD

que roza tu mirada,
la gota de lluvia
que resbala en tu cara,
la espuma de mar
que baña tu cuerpo
mientras cae la tarde
y yo me empapo en tus sueños.

Quisiera ser la luz
de tus mañanas,
el cándido instante
de tu amanecer,
acunarte en mi regazo,
darte mi ser
y fundirnos en uno,
ser sangre de tu piel.

Quisiera ser el abrazo
en la madrugada,
el olor a leña del hogar,
la placidez de tu descanso,
el sabor dulce de tu miel,
el toque suave de tu herida
para no morir en el ayer.

La canción que acompaña al poema y a la fotografía representa esos "vientos de libertad" que tanto fluyen dentro de mi ser. Es una de las historias de amor tan bellas que me ha llegado a lo más profundo del alma y ha anidado en ella. La entrega incondicional y sin reservas de tu propia vida por tu ser amado es la máxima representación de ese verdadero amor, pero un AMOR con mayúsculas. Fue la primera y única vez en la que me ocurrió que una película me hizo volver a verla al día siguiente mismo de haberla visto. Tanto cundió en mi corazón.

Fotografía: Sara es mi prima y una de mis mejores amigas. Cada tiempo que pasamos juntas conectamos a las mil maravillas y nos complementos tanto que ansiamos el momento de volver a encontrarnos. Pasamos pegadas las vacaciones y es mi gran confidente y yo lo soy de ella. Nos contamos nuestras historias, nos aconsejamos y nos queremos por encima de todo. Por eso no quería que Sara faltara en este cuento.