viernes, 30 de enero de 2015

MAR DE PLATA

 
Suave calima se abre a la vida,
 luz tenue que impide la claridad
y muda la ensenada
en un lugar mágico
donde anidar.
 
Dulce impresión de un mar de plata
 que va desperezando al día
 y llamándolo con su mirada,
aferrándose a él
como si de su amada se tratara.
 
Niebla que todo lo invade,
que parece que del mar brotara,
historias de duendes,
estrellas doradas, para
en un instante, volar lejos del alma.
 
Esplendor de amaneceres,
colores brujos de la bahía,
cuadro pintado en hebras de seda,
eterno lienzo de cada día.

 
 
 
En Santoña, por las mañanas temprano, es muy común la bruma que envuelve toda la mar y la belleza que la rodea. La sensación es mágica, como si el día no quisiera romper y retuviera la naturaleza todavía en sueños. Es precioso en ese instante, a esa hora temprana, dejarte llevar en el paseo marítimo y en el puerto.