martes, 9 de junio de 2015

VENTURA

 
 
Luceros de mi pueblo,
almas blancas de mi soñar,
cruceros de mi camino,
candiles encendidos para guiar.
 
¡Ay de mi niña buena,
ay de su loca bondad,
honrar de mi esperanza,
esperanza de mi tatarear!
 
¿Seguís atadas a mis manos?
¿me dais vuestra vida sin más?
¿sentís el color de mis entrañas?
¿caricias recibidas sin pensar?
 
¡Oh hado de mi existencia,
oh ventura de mi azar,
cariño que acaricia con mimo,
halago que estima mi voluntad!
 
Amigas, las del pequeño pueblo,
amigas, las que no han de cejar, 
ternura que se siente en la memoria,
flechazo en un día sin par.
 
 
Con esta fotografía he querido simbolizar la dura carrera de la vida, representada por las rejas, que siempre nos pone obstáculos para continuar y, por contra, el amor y la entrega de mis amigas, con esas maravillosas flores que son la esperanza del camino. Un beso chicas, os quiero.