miércoles, 8 de noviembre de 2017

ESA FLOR

 
Ser cuerpo de lluvia
en la ventura
del ayer,
el milagro
del néctar puro
en la llama
que hoy regresa de nuevo.
 
Nací con el crepúsculo,
con los sentidos
que embargan
las hojas esparcidas
 y el olor a tierra
de otoño.
 
Sabiendo que el pasado
nunca muere,
dulce sombra de mi existir,
ven, sígueme
como siempre,
tu palabra esperanza
se enraiza en mi vida.
 
Llegué a esa flor
abriéndose a la tarde.
También tú
lo recuerdas.
No puedes dejarme
ahora porque nunca
morirá mi sombra
en el momento
del regreso.
 
No sé cómo decir
que abandoné el paraíso
de la memoria,
que salí de mí
y llegué
a esa flor
abriéndose
a la tarde.