Alma de estío
en mi corazón,
suave pentagrama de color
que roza de caramelo
mi luz con su dulzor.
Acaricia con mimo
el sabor imitador,
tiembla en mis brazos
la llama del amor.
Ternura consentida,
fuego abrasador,
fiereza de mi vida,
vanidad de la pasión.
Agasajo de delirio,
flechazo en el fervor,
súbito embrujo de hechizo
que turba mi sensación.
Embeleso del milagro,
arrobo del estupor,
gracia guardada en mi seno,
custodia y predilección.
Fotografía: Puesta de sol en los campos de Lerín, con la Sierra de Codés al fondo. Fotografía que puedo ver desde mi casa. Es un momento del día en que la reflexión llega a tu mente y la belleza que aparece ante tus ojos olvida todo lo malo y recuerda aquellos instantes de gozo que cada día nos regala la vida.
Nunca podré olvidar esta imagen ya que la ventana del despacho donde yo estudiaba daba a este paisaje y cada tarde de sol me invadían esos maravillosos atardeceres.
Nunca podré olvidar esta imagen ya que la ventana del despacho donde yo estudiaba daba a este paisaje y cada tarde de sol me invadían esos maravillosos atardeceres.