Ya os he ensalzado en algún otro poema las bonanzas de mi pueblo, Lerín, y mi adoración hacia él. Es donde viví hasta los 18 años, cuando marché para estudiar en Pamplona. Allí están mis orígenes, mis raíces, mi tierra, los recuerdos de niñez y adolescencia, lo que yo soy en definitiva, y tantos, tantísimos momentos especiales, que siempre lo añoro en la distancia. Volver cada vez es lo que hace aflorar en mí esos sentimientos y esa belleza grabada a fuego.
irrumpe la más bella escultura,
desde el regadío la estampa es solemne.
Allá en lo alto se siente
dominando el horizonte con bravura.
dominando el horizonte con bravura.
Pinas y encorvadas cuestas,
casas adheridas a la tierra,
cuna de nobles arraigos,
fortaleza en tiempos de guerra.
Balcón de la Ribera,
torre desde donde se divisan
las más hermosas huertas,
amalgama de colores,
amalgama de colores,
lienzo en tonalidades y esencias.
Cuadro encendido por la naturaleza,
primavera en el río y en la vereda,
eterna será tu belleza
como eterna será mi pasión por ella.