Un sabor a flores
pintaba los ecos
de cada pétalo
con las fiebres del tiempo.
Tiempo hilvanado
de tiempos.
Ovillo de mares y estrellas.
Sueños jugaban
en el blanco y negro
mientras la leña ardiente
consumía tu ansiado corazón.
Cárcel de sangre
donde la misma
reina de corazones
bailaba en un azar
que nunca termina.
Tibio camino de esperanza.
Perfume de mi vivir.
Alma amarrada a tu alma.
Camino secreto
donde mi verso atraviesa
callejón de historias,
rosario de cuentas
y yo sueño los labios
que nunca he besado.