Acordes que no se escuchan,
compases que se los lleva el viento,
notas que juegan con el aire
a los más extraños juegos.
Silencio que me envuelve en su sueño,
que me acompaña en mi camino;
secretos que nadie conoce,
sólo él y yo, mi amigo.
Amantes entregados a fuerza de compañía,
aguas de fuego que se queman al rozarse,
hilos de oro invisibles para otros,
eternos siempre serán para nosotros.
El silencio, a pesar de lo que muchos creen, habla, brama, plañe..., y se expresa de mil maneras. No es necesario revelar lo que el alma dice para percibirlo. Las sensaciones que revolotean libres no conllevan palabras y resulta ser lo más certero para comprendernos. La poesía no siempre se halla en un verso.