sábado, 20 de septiembre de 2014

PIEDAD



Camino encendido de luces,
candiles en noche sombría.
Tu silueta en un caballo pardo.
Mi morada, a tu grupa ceñida.

Bosque de hiedra que espera
para inventar nuestro nido,
y allí darnos por entero
porque el destino así lo quiso.

Escapa conmigo al infinito,
donde nada nos detenga
ni aúlle el delito.
Encuentra un mundo para nosotros
donde existir siempre unidos.

Y la aurora nos hallará abrazados,
pidiendo la no ausencia a gritos.
Rogándole juntos al mundo
piedad, compasión, perdón y cariño.

Los caballos simbolizan la huida. Este poema me recordaba mientras lo iba escribiendo a Federico García Lorca y sus imágenes traducidas en sus obras teatrales, como el uso del tiempo futuro, el clima trágico, el bosque... y he sentido un orgullo que se ha apoderado de mí de manera realmente intensa...


viernes, 12 de septiembre de 2014

FLOR DE OTOÑO



Siega dorada en el aire,
olor a pueblo lleva el viento.
Recuerdos de mi niñez,
colores de aquellos tiempos.

Sabor a fruta madura,
a tomates y pimientos
Las bajeras de par en par
de brasas y de encendidos hierros.

Esencia en rojos fuego,
en naranjas, amarillos,
marrones y negros.
La naturaleza grita
que ya retorna el otoño,
que ya se acerca el momento.

Mezcla nacida de perfumes,
amalgama de sentimientos.
Vuelta al calor de mi añoranza,
vuelta al oro de mis deseos.

Revivo el huerto de mi abuelo,
nostalgia de flor de otoño.
Alegría de mi pasado
guardada en aquellos cestos.




Me emociono. No lo puedo evitar. Es mi vida, son mis ancestros. Los llevo grabados a fuego en el alma y en el corazón. Y es tan bonito ese recuerdo, tan puro, tan sincero... Son mis sensaciones. Lo que me acompaña en mi caminar y nunca me abandona. Va conmigo de la mano. Doy gracias a todos los que han hecho posible que estas vivencias hayan existido.
Fotografías: cedidas por Agustín Garnica, de Lerín. Muchas gracias.

miércoles, 3 de septiembre de 2014

CARMÍN ESCARLATA





Arrullo en tus brazos.
Gotas de rocío
que recorren el alma.
Fuego encendido
en luna que ama.

Corazón que palpita.
Belleza soñada.
Noche que arde
en rojos y rosas,
que llena el destino,
que cubre mi cama.

Cuna de alientos
en mar desbordada.
Hoguera en el cielo
de estrellas doradas.
Carmín escarlata,
vivo reflejo de besos
de plata.
Deseos ocultos
de amores que aman.

Rozaste apenas mi ser,
arma letal quedó clavada.
Labios dulces,
de dulce mirada,
clamor que ilumina la letra
 que ya venía anunciada.

 
Fotografía: Al anochecer en puerto de mar es muy común, mientras observas cómo el sol se va poniendo y las aguas van cambiando su color, ver pasar grupos de aves que
revolotean en derredor, gaviotas que van y vienen y resaltan del lienzo por sus negras tonalidades en que las convierte el crepúsculo.



lunes, 28 de julio de 2014

HUELLA



En cada huella quiero tropezarte,
como un halo fulgurante
de luz, que se evade
de entre las nubes y
se congela.

Sol meridional
que se viste con tu recuerdo,
con ese fuego que
asalta mi vida,
con ese color entremezclado
del horizonte.

A cada instante te busco
entre la gente, pero la
muchedumbre no me
deja hallarte. Si
conociera tu destino, allí
iría a esperarte los
siglos que hicieran
falta para, al fin,
calarte tan hondo que
ni el mismo Dios
nos separara.

¡Ay de mí si eso no pasa!
¡Ay de mi vida vaga!
¿Sobreviviría? No lo
sabe ni mi propia alma.



Fotografía: Redes secándose al sol. Cuando llegan los barcos a puerto es muy común encontrar corros de mujeres cosiendo estas redes... Con el peso de los peces, el desgaste de la sal marina y la huella del tiempo, éstas se estropean o se rompen y es necesaria la labor de ponerlas a punto de nuevo para la faena. Supone una bonita y pintoresca imagen para los turistas que pasean alrededor.