Nubes errantes en el cielo
desperdigadas en un sueño
sin palabras.
Palabras que recorren caminos,
caminos hechos por palabras.
Bohemia tierra sin tiempo,
aludes de caras bordadas,
suave y sedosa malva,
lenta agonía del color
del deseo.
Quimeras abiertas de dulces anhelos,
tintes calcados de otros tiempos,
sendas vivas de alegres estelas,
ansias batidas en tierras de fuego.
Nómada cumbre de caramelo,
vagabundo corazón, lumbre y brasas,
cálido encuentro,
soleado instante de instantes serenos,
armonioso momento
de aprendiz de sueños.
Fiel corazón en campos revueltos,
fantasía que toca la llama,
ambición que llena las manos
repletas de amable dulzor,
morada de terciopelo,
caminos turgentes,
Una preciosidad de poema
ResponderEliminarY a esta persona anónima sólo puedo agradecer esa bellísima palabra: "preciosidad". Todavía suena más bonito con ese epíteto acoplado a él. Te lo agradezco con todas mis fuerzas...
EliminarMe parece precioso el poema
ResponderEliminarNatividad, es muy bonito encontrarme comentarios dentro mismo del poema. Todavía más intrínsecos a él. Me alegro mucho de que te haya gustado. Con ese fin lo escribí. Soy muy feliz cuando veo que disfrutáis con ellos... Un verdadero gozo, cielo...
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