Brillas como el sol
en una sonrisa sin fin.
Una golosa mirada
eterniza el sazón
de esta pintura,
la codicia que flota
de la nada.
Luces de bohemia
en despiertas ansias.
Manantiales de gotas claras
donde la espera duele menos
mientras llega tu mirada.
Lamento por esa fuerza
del rumor del agua,
verde esmeralda maquilla
con su frescura
la tortura de la calma.
Rebeldes espumas
del color de la plata
airean cada aliento
de futuras tempestades,
de repletas arrogancias.
Vuelve a la noche brava,
arde en eternos abismos,
en perpetuas alabanzas
y encontrarás a la mujer
que resguarde tu llamada.