entraba por mi ventana.
Un soplo de brisa amanecida
traía a mi almohada, alma.
Soñé que tus brazos me mecían
al compás de las olas del agua,
que velaban mi dormir,
que rezaban en mi cama.
Soñé que tu silencio
silenciaba nuestra ansia,
que tu fuego era quema,
que tu luz alumbraba mi magia.
Soñé que una paloma
bendecía nuestra calma,
que su blancura divina
nos daba la paz del alba.
Anoche soñé que tu mano
la mía con fuerza agarraba
y al despertar sentí
que era real lo que soñaba.
La belleza deslumbrante de un pavo real cuando abre la cola nos hace ser conscientes de la hermosura de la vida. Esos colores vivos en la naturaleza nos hablan de ensueños, de magia, de quimeras,..., que siempre están a nuestro alrededor para cuando queramos fascinarnos o deleitar nuestra alma.